Cómo aumentar la fe y confianza en Dios
La fe es una experiencia espiritual, es tener una relación muy profunda y estrecha con Dios, Padre, Madre.
Basándonos en las enseñanzas de Jesús referente a historias de la Biblia, hay muchos ejemplos de personajes de la antigüedad quienes experimentaron una fe impresionante.
A lo largo de nuestra vida pasamos por muchos sucesos caóticos, desafiantes, en los que muchas veces a nuestro parecer humano no tenemos opción, sentimos que todas las puertas están cerradas y que solo nos queda confiar en Dios, pero esta confianza en Dios no es algo superficial, no es una simple confianza, se trata de una fe sólida, anclada en el Creador, una fe ciega en El, y… ¿Cómo logramos esta fe ciega, te preguntas?
Esta fe ciega en el Creador, se trata de una relación íntima, una confianza, seguridad total y plena, de que algo ya está hecho, aun si en el exterior ante los ojos físicos parece ser lo contrario.
En la vida se pasa por muchos procesos en los que la fe juega un papel muy importante, y uno de ellos es, incluso a tal punto de quedarse con lo justo para comer en el día, entonces ahí entra la fe.
Esa fe suprema, esa fe que se va fortaleciendo, al escuchar las palabras de Jesús, diciéndome que Él jamás me va a dejar y jamás me ha dejado, es más Él siempre está ahí.
La clave está en soltar y confiar, dejar a Dios hacer, Él sabe cómo.
La preocupación es el mayor obstáculo para la fe, al soltar toda preocupación o malestar, entonces es cuando la fe empieza a crecer y los resultados son asombrosos.
Entonces… ¿Cómo puedo hacer que mi fe crezca y se fortalezca?
Ciertamente la clave está más que en el hacer, en el Ser.
Una experiencia en lo profundo de tu ser, más allá de todo lo que puedes haber conocido o te hayan dicho.
Es tener una cercanía y amor profundo con Jesús.
Estas nueve herramientas te ayudarán a aumentar y fortalecer tu fe:
- Construir una relación estrecha con Jesús; consiste en vivir enamorado de él, y entregarse a su voluntad santa y Divina.
- Alimentarse de lo espiritual; es nutrirse con las cosas espirituales, leer escritos que satisfagan tu sed espiritual, y en consecuencia la fe se va fortaleciendo.
- La meditación y la oración son armas poderosas; te llevan a escuchar las respuestas en lo profundo de tu ser, tu voz interior donde reside Dios.
- El retiro espiritual; retirarse o apartarse unos días para sumergirse en lo espiritual, ya sea que decidas ayunar o simplemente estar a solas contigo y con el Creador.
- Las frases y palabras positivas de aliento; por ejemplo de merecimiento, el hoponopono, ayudan a enraizar aún más la fe, ya que, las palabras tienen poder.
- Ser perseverante; la fe no es algo de un rato o de solo un tiempo, sino que la fe requiere de una vida en constante comunión con Jesús, Dios, Padre, Madre, Creador.
- El agradecimiento; es una de las armas poderosas, al dar gracias por anticipado, de aquello que aparentemente aún no está, pero que sabemos que en el plano divino ya todo Es, damos permiso para dejar a Dios hacer.
- Sin expectativas; confiar en Dios, y entregarnos a su voluntad. Él sabe cómo, de qué manera y cuándo.
- Escribir y plasmarlo en una hoja, aquellas palabras o susurros que vienen desde el ser, ya que la voz de Dios, no hace ruido, y para escucharla hay que estar muy atento.
Es grandioso, y maravilloso cómo todo se da tan amorosamente y es ahí donde esa confianza, al haber entregado todo a Dios, nos hace más fuertes.
No obstante, en ciertos sucesos de la vida, la fe se puede ver debilitada, pero saber que Dios siempre está ahí, nunca es que se va, siempre, siempre, siempre está ahí para ti, para mí; es solo que estamos distraídos y mirando para otro lado, y creemos que él no está, pero al ir hacia adentro, el interior; entonces la fe vuelve a cobrar fuerza.
Al confiar en Dios, entregarle todo, y hacer su preciosa voluntad, entonces la vida empieza a fluir.
Ser humildes y dejar que Dios haga, él sabe qué es lo mejor para ti, el tiempo Divino es perfecto.
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1 comentario
Gabriel · 15 enero, 2022 a las 5:52 am
Dios es un ser tan maravilloso para este mundo. Él es el que me dio las ganas de vivir. Lastimosamente por el momento tuve dudas sobre si el existía, pero veo que mi fe se iba perdiendo y ahora la voy recuperando e iré rezando, encomendadome a él en el camino de la vida y poder vivir una vida tranquila y entregándome hacía él y estar tranquilo a la hora de mi muerte. Bendiciones y espero poder entregarle todo mi amor.