Miedo a amar
Con regularidad nos defendemos, nos protegemos y nos auto-saboteamos cuando se trata de amor.
¿Cómo podemos superar nuestros miedos a la intimidad para encontrar y mantener el amor que tanto deseamos?
El primer paso es reconocer que tenemos esos miedos. Para encontrar una solución significa que hay un problema.
Un miedo al amor, puede afectar negativamente tu capacidad para tener relaciones significativas. Una ruptura dolorosa, un divorcio, un abandono o un rechazo durante la niñez o la adultez pueden hacer que tengas miedo de enamorarte.
Muchas personas pueden guardarse este miedo para si mismas o no reconocer que lo tienen.
Alguien con miedo al amor también puede temer el compromiso (gamofobia), el rechazo o el abandono.
Los adultos que experimentan rechazos repetidos de sus parejas o amigos pueden tener miedo de amar.
Las personas que temen al amor pueden reaccionar de diferentes maneras. Pueden:
- Ser incapaz de tener relaciones intimas.
- Experimentar una ansiedad extrema cuando están en una relación y se preocupan constantemente por el final de la relación.
- Alejar a las personas o terminar las relaciones abruptamente.
- Intenso miedo o ansiedad cundo se siente amor.
- Ansiedad o miedo que hace que eviten dar o recibir amor.
Una vida sin amor puede afectar tu salud mental y física, poniéndote en riesgo de:
- Ansiedad, depresión o trastorno de pánico.
- Disfunción eréctil (en hombre).
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Aquí hay algunas acciones cruciales que podemos tomar para comenzar a romper las barreras dentro de nosotros mismos que nos alejan del amor.
- Mira tu historia pasada. Podemos comenzar mirando nuestras relaciones actuales o recientes. Si la relación ha terminado, ¿Dónde salio mal? ¿De qué manera podríamos estar alejando el amor? ¿rechazamos a un ser querido, rechazamos una invitación, ignoramos o reprimimos el afecto, etc?
- Podemos notar que nos cuesta ser reconocidos por nuestra pareja o que nos enfadamos cuando confía en nosotros. Podemos sentir repulsión ante una mirada amorosa o sentirnos rápidamente inseguros o rechazados.
- Una vez que comenzamos a reconocer nuestros patrones, podemos rastrearlos hasta sus raíces. Podemos mirar hacia atrás a nuestra infancia para ver de dónde pueden haber venido estas adaptaciones. ¿Fuiste rechazado por un padre o cuidador? ¿Fuiste humillado en tu familia? ¿Observaste interacciones destructivas entre tus padres?
Tener una relación romántica adulta amorosa y satisfactoria a menudo representa una ruptura con los patrones de relación de nuestras familias.
Diferenciarnos de nuestra familia de origen y tener un sentido de nuestra propia identidad única, probablemente nos estimulara. Sin embargo, no diferenciarnos de las adaptaciones negativas o autolimitantes de nuestras circunstancias pasadas nos dificultan vivir nuestras propias vidas como adultos felices e individualizados y a su vez enamorados..
A medida que llegamos a comprender cómo nuestro pasado informa nuestro presente, podemos realizar uno de los actos mas beneficiosos para mejorar nuestra vida amorosa: podemos devolver nuestras emociones y proyecciones a donde pertenecen. Por ejemplo podemos dejar de ver a nuestra pareja como rechazante o desconfiada.
Deja de escuchar a tu critico interior: trata de reconocer esa vocecita en tu cabeza que te dice: “El realmente no te ama. No seas tonto. Muévete antes de que te haga daño de verdad! “Ella solo te esta manipulando. No dejes que ella conozca tu verdadero yo. No puedes confiar en nadie. Piensa en cómo te menosprecia a ti y a los demás, dañando tu confianza. “Eres demasiado feo/gordo/pobre para tener una relación. Nadie estará interesado.
A lo largo de tu vida, este patrón de pensamiento cruel y engañoso intenta alejarte de encontrar el amor.
Recuerda que dejar ir a tu critico interior significa dejar ir una vieja identidad que, aunque desagradable, también puede hacerte sentir seguro en tu familiaridad. Romper con esta critica despertara ansiedad, pero plantea una batalla que vale la pena pelear.
Siente tus sentimientos “El amor nos hace sentir vivos”, y es un cliché que es completamente cierto. Enamorarse puede recordarnos heridas pasadas.
Podemos preocuparnos de que las emociones fuertes nos dominen o se apoderen de nuestras vidas, pero en realidad, las emociones son transitorias si no tratamos de bloquearlas. Por ejemplo, la tristeza viene en oleadas, y cuando nos permitimos sentirla, también nos abrimos a sentir una enorme cantidad de alegría.
Se vulnerable y abierto. Muchos vivimos con miedo de ser vulnerables. Se nos dice desde el principio que seamos inteligentes y endurezcamos. “No la llames durante al menos tres días”. “No digas ´te amo’ primero”. “No le digas cómo te sientes”. “No dejes que ella vea cuánto te gusta”. Ser vulnerable es una señal de fortaleza, no de debilidad. Significa ignorar las voces en tu cabeza y actuar de acuerdo a cómo te sientes realmente. Cuando haces esto, aprendes que puedes sobrevivir incluso cuando te lastiman.
Es natural querer protegerse del dolor. Pero surgen problemas si tu miedo al amor te causa angustia física o mental o afecta tu capacidad para construir relaciones.
Debe sentirse bien dar y recibir amor. Cuando tienes miedo al amor, tu mundo puede volverse solitario.
Ser vulnerable significa , la voluntad de estar abierto a nuevas personas y romper viejos patrones.
Sigue lo que sientes, mientras encuentras fuerza en el conocimiento de que nadie mas controla tu felicidad.
Se trata de cortar los lazos mas destructivos a menudo imaginarios con tu pasado, y desatar un nuevo sentido de ti mismo.
Cuando nos abrimos al amor, creamos el mundo en el que vivimos. El amor real se irradia y es apoyado y extendido a los demás.
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